Algunos de estos factores son:
Relaciones sexuales sin preservativo: Mantener relaciones sexuales anales o vaginales sin usar preservativo con una pareja cuyo estado de VIH no se conoce o es positivo aumenta el riesgo de infección. Infecciones de transmisión sexual (ITS): Tener ITS como sífilis, herpes, clamidiasis, gonorrea o vaginosis bacteriana puede aumentar la vulnerabilidad al VIH, ya que estas infecciones pueden causar lesiones en los genitales que facilitan la entrada del VIH.
Consumo de alcohol y drogas durante las relaciones sexuales: El consumo excesivo de alcohol o drogas antes o durante las relaciones sexuales puede llevar a comportamientos de riesgo, como la falta de uso del preservativo o la toma de decisiones sexuales imprudentes.
Compartir material de inyección contaminado: Compartir agujas, jeringuillas u otro material de inyección que esté contaminado con sangre infectada por VIH aumenta significativamente el riesgo de infección.
Procedimientos médicos inseguros: Recibir inyecciones, transfusiones sanguíneas o trasplantes de tejidos sin garantías de seguridad, o ser sometido a procedimientos médicos que impliquen cortes o perforaciones con instrumentos no esterilizados, puede exponer a las personas al riesgo de adquirir el VIH.
Accidentes con agujas: Las personas que trabajan en el ámbito de la salud, como profesionales sanitarios, pueden correr el riesgo de pincharse accidentalmente con agujas contaminadas, lo que aumenta su riesgo de infección por VIH.